Una vez que dio por concluida su etapa como presidente de los EEUU, Barack Obama tomó la decisión de darse un cambio de rumbo profesional enfocado hacia el mundo de las conferencias. Esta es una de las mejores formas de compartir las experiencias adquiridas en el despacho oval, pero además es capaz de mantener un excelente nivel de ingresos que lo ubican en 370.000 euros por cada charla.
Y es que resulta razonable pensar que el expresidente cuenta con la ventaja de haber entrado en un mercado donde se mueven aproximadamente 2.000 millones de euros cada año en eventos y conferencias.
En España, el mismo esta situado en los 50 millones de euros, de acuerdo a las estimaciones de Daniel Romero-Abreu, quien es el presidente y fundador de Thinking Heads Group, esta es una empresa que es referente dentro del sector de las conferencias en España. “Es una industria de 200 años y el nuestro es todavía un mercado joven”, sostiene.
En el caso de España, esta fue una actividad que no llegó a alcanzar niveles relevantes sino hasta aquellos años que fueron previos a la crisis financiera. El sector público, financiero y las cajas de ahorros se dedicaron a amenizar sus eventos a través de las charlas de caras conocidas o bien, con profesionales que contaban con elevados dotes comunicativos.
Una vez que se hizo presente la crisis, el sector inevitablemente perdió gran parte de su clientela habitual. “Un tercio de los eventos estaban vinculados al sector público o a las cajas de ahorro. Estas eran grandes dinamizadoras culturales en España, y su hueco en el mercado no se ha recuperado. Hubo un gran bajón”, señala Romero-Abreu, quien ha podido constatar una recuperación de dicha actividad paralela al crecimiento económico.
Es el sector privado, sobre todo las grandes empresas, quienes empiezan a ocupar tal vacío. Ante ello, es posible notar un incremento en la demanda por conferenciantes remunerados por la parte empresarial. Así mismo, se ha presentado un proceso de criba dentro del sector por lo que ahora todo esta más medido. Quien decide contratar a un conferenciante lo hace pues requiere de un retorno, sostiene el fundador de Thinking Heads.
Un orador experto, sin llegar a ser famoso, podría cobrar entre 3.000 y 6.000 euros en cada charla. En el caso de la celebrity, sería desde 10.000.
Pueden ser dos los objetivos que desean cubrir las empresas que recurren a estos servicios. El primero se encuentra ligado a su estrategia de recursos humanos. “Hay una concienciación mayor en las compañías de que sus empleados son lo principal, y para los eventos internos solicitan conferencias de motivación, de inspiración para ellos”, precisa el especialista y motivador de empresas y profesionales, Alfonso Alcántara, quien además es el creador de la web Yoriento.com que en un año llega hasta impartir 80 ponencias.
En cuanto al otro objetivo, este se refiere a la visibilidad del evento. Para lograrlo, se recurre a las caras conocidas. “Alguien que goza de un reconocimiento público tiene más atractivo de cara a obtener un mayor seguimiento”, sostiene la presidenta de la agencia de conferenciantes BCC, Francisca Buján.